PUERPERIO I

  Después de 300 años sin pisar el blog, al cual he destronado por la nueva ocupante de villa Pérez, vengo a contaros mi puerperio, lo que viene siendo el postparto inmediato y la recuperación a lo largo de estos dos meses y medio que tiene ya nuestra pequeña bolita (joder, dos meses… ¡¡DOS MESES!! ¡QUE ALGUIEN PARE EL TIEMPO!)

  Acabo de leerme la historia de mi parto y aquí estoy con una lagrimita colgando mientras escucho a ardillita hacer ruiditos y ajos a mi lado… ainsss.

  Al llegar a la habitación yo ya iba pensando en la ducha que me iba a pegar, tenía las piernas completamente funcionales y se me iba pasando el adormilamiento de los bajos, no estaba mareada ni nada, me sentía fuerte… y sucia 😛 así que quería ducharme cuanto antes porque si no iba a empezar a llegar todo el mundo y yo allí hecha unos zorros, pero no me dejaban levantarme, de hecho me dijeron que las siguientes dos veces que quisiera hacer pis, que avisara a una enfermera para que me acompañara, y ya si me veían bien a la segunda me daban permiso para ducharme.

No sé durante cuanto rato estuve esperando para poder ducharme, en ese rato entraron un par de veces a tocarme el abdomen a ver qué tal iba mi útero y a ver si el sangrado era normal… todo normal. Aunque yo flipaba, porque no esperaba andar sangrando tantísimo, aunque bueno, hacia 3 horas que había parido, aún no voy a asustarme… también notaba aún dormida toda la bajera, bueno, no dormida, como sin fuerza… prueba a hacer como si aguantaras el pis!! Pues eso no podía hacerlo… era muy raro, sobre todo teniendo en cuenta que llevaba todo el embarazo haciendo ejercicios de kegel todo el rato ¡y ahora no podía!

Bueno, me dieron permiso, me duché, me puse limpia (un camisón de la clínica) y volví con mi niña, la cual estuvo casi todo el tiempo del hospital encima de mí, sólo tocó la cuna para ir a sacarla sangre (al estar tanto tiempo con la bolsa rota, sacan sangre para ver si hay infección) y para las pruebas de los oídos, el reto del tiempo o estaba con papá o con mamá, como debe ser.

Empezaron a llegar visitas, mis padres, la madre de elpadremuyprimo, algún amigo… pero todo bien, poca gente, poco rato, como queríamos, aunque al ser una habitación minusculísima y con el calor que hacía algunas veces era un poco agobiante, sobre todo para Alex, ya que yo estaba en la cama y de ahí no podían echarme, pero a él, de su feudo, el sofá, sí que le echaban, aunque fuera inconscientemente (espero).

hospital

Cosas que me hubiera gustado saber y que no sabía

Como he dicho, justo después de parir no podía hacer el movimiento aguante de pis o ejercicio de kegel, o al menos tenía la sensación de no poder hacerlo… me pareció medio normal, por la epidural y eso, pero fueron pasando horas y más horas, y llegó el día siguiente, y seguía igual.. no llegué a tener escapes, al menos de los que pesan  (yatusabes) , porque los que no pesan, los “aéreos” salían a su antojo sin que yo pudiera hacer nada, gracias a los dioses, tuvieron la deferencia de salir de paseo sólo cuando estaba yo sola o con elpadremuyprimo, (al cual no podía parar de pedir perdón y él no paraba de decirme, a ver, que con lo que ha pasado por ahí abajo es normal, no pidas perdón) y no cuando había visitas… y yo me empecé a agobiar un poco, como cuando sales del dentista y al pasar las horas no termina de despertarse la lengua y piensas… ¿y si me han pinchado un nervio y me quedo así? Pues eso mismo pensaba yo… ¿y si se me ha quedado algo enganchado y no vuelvo a notar los bajos ni a tener fuerza ever?

                                                                            SOCORRO.

Menos mal que tengo a mi queridísima y adorada hermana que tiene 3 retoños y de esto pues ya sabe mucho, de esto y de mil cosas, y le he estado dando el coñazo durante el embarazo, puerperio y ahora se lo sigo dando cosa fina, es mi asesora de lactancia, porteo, crianza… y de todo lo que se pueda asesorar, tanto relacionado con bebés como con cualquier otra cosa. Pues le pregunté a ella:

– “tía, ¿esto es normal?”
-“pues sí mujer, ten en cuenta por lo que acaba de pasar tu suelo pélvico, está el pobre machacado, pero vamos, que si no se te ha escapado el pis puedes darte con un canto en los dientes”
– “y esta sensación tan de mierda ¿cuánto dura?
– “pues depende, puede ser sobre 20 días o un mes”
– “¿¿¿WHATTT??? ¿VOY A ESTAR UN MES PEDORREÁNDOME A DISCRECIÓN SIN PODER ELEGIR SI QUIERO O NO QUIERO?” pues que guay…

Este asunto ya lo teníamos solventado, al menos la preocupación, no el asunto en sí que tardó en solventarse unos 10 días aprox.

Otra cosa que me hubiera gustado saber es lo del sangrado, que sí, que sé que después del parto sobran muchas cosas que tienen que salir…. Pero ¿¿TANTO?? Yo, en la bolsa del hospital llevaba como bien me habían dicho, compresas tocológicas para el postparto, pero esas compresas y un cleenex me hubieran servido lo mismito. Durante los dos días de hospital tras el parto ni compresas ni leches, directamente me traían empapadores de los grandes que me ponía dobladitos a modo de pañal…¡¡ y cada vez que iba al baño los cambiaba!! Yo flipaba mucho, pero de vez en cuando venía una matrona y me decía que era un sangrado normal, así que nada, ese tema de preocupación solventado también, pero no dejaba de sorprenderme. Sí tengo que decir que me duró lo que estuvimos en el hospital, luego ya en casa efectivamente las compresas “normales” tocológicas eran suficiente. Menos mal, ¡¡no me extraña que muchas mujeres tras el parto tengan anemia!! Yo la verdad que no se si la tuve o tengo porque no me hicieron análisis, pero me encuentro como una flor así que no creo.

Después de los dos días de hospital, ¡pues nos fuimos para casa!

 

continuará…

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